A la hora de decorar tu habitación, es importante tener en cuenta la teoría de los colores. Cada uno transmitirá una energía diferente, por ejemplo, distintos tonos de azul claro, lavanda y verde están asociados con la calma y la serenidad, mientras que los rojos y naranjas aportan vitalidad, pasión y fuerza. Una última tendencia es pintar únicamente la mitad de la pared con un color fuerte, como forma de no abrumar demasiado la habitación.
El techo debe funcionar como una quinta pared. Los colores claros suelen aportar la calma que se necesita a la hora de dormir, por eso, pintar nuestro techo de un tono más claro que el resto de las paredes podría darle a nuestra habitación el confort y la intimidad que esta habitación requiere.
Los estampados no están necesariamente reservados para los acolchados, hay otras formas de añadirlos al ambiente como almohadones, pantalla de las lámparas, asientos o cuadros.
Tener lugar de almacenamiento en el dormitorio es importante para mantenerlo ordenado. Por ejemplo, el espacio debajo de la cama puede utilizarse para colocar cajas o, si la mesa de luz cuenta con cajones, sería un espacio perfecto para ubicar lociones o libros.
Es importante escoger un punto focal a la hora de decorar la habitación. Por eso, si planeas utilizar un mueble particularmente grande o decorado llamativamente, es importante ubicarlo en un lugar de la habitación que permita apreciarlo.
Foto: IKEA
Las cortinas son una buena forma de incluir texturas, colores y patrones en una habitación. Es importante tener en cuenta que, si nos decidimos por cortinas que dejen pasar la luz, habrá que complementarlas con alguna variante de las persianas, como forma de mantener la privacidad en la noche y bloquear la luz en la mañana.
La iluminación es uno de los aspectos más importantes a la hora de decorar un dormitorio. Cuando usemos la luz de la habitación, todo el ambiente será iluminado, pero si añadimos una lámpara podemos centrarnos en leer u otras actividades que requieren luz más suave.
